Con arte y color se transformará antigua vivienda en Venecia
Grimmaldy y Zamuel Hoyos, serán los artistas encargados de darle vida y color a un lote ubicado en el barrio Venecia, que le pertenecía al paramilitar Rodrigo Mercado Peluffo, alias Cadena. Este espacio visualmente no es agradable, estaba enmontado, lleno de escombros y era foco de ladrones y drogadictos.
Este anuncio lo hizo Juan Pablo Valbuena, gerente regional norte de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), que hizo un recorrido por la propiedad junto al alcalde de Sincelejo, Andrés Gómez Martínez.
“Hemos querido hacer un paso a paso de lo que va a llegar a convertirse este sitio. Esto va a significar mucho para los sucreños y sincelejanos. La primera actividad que hicimos fue comprometernos como SAE con el alcalde y con el municipio a demoler las ruinas que estaban allí”, añadió.
Otro de los pasos fue el retiro de los escombros y cerramiento para empezar la intervención artística. “No podía permitir la SAE que esto siguiera en la condición en la que estaba, entonces se trata de un acompañamiento institucional que le hacemos a la Administración”.
El alcalde de Sincelejo reiteró que esta propiedad será intervenida por artistas locales con el objetivo de que plasmen la resiliencia, la paz y la reconciliación en Sincelejo. “Ellos (artistas) van a estar desarrollando esta importante obra para cambiarle el entorno a este sector de la ciudad y volver a la esperanza de tener una mejor ciudad”, sostuvo.
Jorge Centanaro, director de Cultura, manifestó que este llamado a los artistas se hizo con el fin de que por medio de sus obras se pudiera mostrar la resiliencia en la que se pueda mostrar esa luz de esperanza que tiene Sincelejo a través del arte; que propios y visitantes puedan ver que esto es un espacio lleno de arte, cultura y que se vea reflejada la paz.
Los artistas Juan Grimmaldy y Zamuel Hoyos coinciden en que aportarán, por medio de su arte, para cambiarle la cara a este lugar, darle color, que sea más visible para la gente y que más nunca refleje esa escena de dolor con la que siempre la han asociado. “No podemos seguir llorando sobre el conflicto armado y revictimizándonos, sufriendo. Ya no”, puntualizó Grimmaldy.