Jhonatán Paredes. Un joven de paz, que transformó su vida


En un abrir y cerrar de ojos, la vida de Jhonatan Luis Taborda Paredes, cambió para bien. De la noche a la mañana aquel joven de 23 años, convirtió sus errados pensamientos en grandes propósitos para servirle a la sociedad desde su posición y perspectiva.
Debido a la falta de orientación de parte de un adulto responsable y la ausencia de sus padres, Jhonatán creció en un hogar disfuncional, donde tomó malas decisiones, que hoy sirven como ejemplo para otros jóvenes del sector donde vive en el barrio Villa Madis, ubicado en el sur de Sincelejo.
«No tuve papa, porque mi mamá se dejó con mi papá cuando yo estaba pequeño, entonces prácticamente me crie solo, porque a mi mamá la metieron en un problema judicial y ella tuvo que llegar a la cárcel, pero gracias a Dios se arreglaron las cosas, ella no tuvo nada que ver. Todo el tiempo que ella estuvo allá yo estuve solo, no tuve acompañamiento de mi papá», expresa Jhonatán Taborda, Joven de Paz.
Desde que, se vinculó al proceso de Jóvenes de Paz, un programa liderado por la alcaldía de Sincelejo, en cabeza del alcalde Yahir Acuña, su mentalidad ha ido transformando su estilo de vida, ya que antes delinquía y consumía sustancias alucinógenas, cuando pertenecía a la pandilla «Los Más Pro», de la calle el Cartucho, del barrio Villa Madis, en la capital de Sucre.
«Yo antes robaba y esas cosas y pasaba consumiendo porque me sentía solo y sentía apoyo era en las cosas malas y cosas que no debía hacer, pero gracias a Dios no llegué a la cárcel, pero si pisé la URI y estando uno solo recurre a la calle y a los pasos malos», refiere Jhonatán Taborda, Joven de Paz.
Luego de su participación en el programa Jóvenes de Paz, su vida ha cambiado, desde su apariencia física, hasta su mentalidad. Las fronteras invisibles que peleaba de la mano de su pandilla, hoy no son límites para caminar por cualquier barrio de la ciudad, sin dudar que, gracias a esta iniciativa institucional sus pasos dejan huellas de paz y armonía entre jóvenes de otros sectores, con los que tenía diferencias y rencillas por un límite que solo existía en sus pensamientos.
«Gracias al programa Jóvenes de Paz, yo he cambiado físicamente y emocionalmente. Ahora estoy trabajando y tengo mi hijo y gracias a muchas cosas he cambiado. Yo tuve problemas con unos muchachos de otros barrios y gracias al señor alcalde pudimos arreglar eso y ya cada quien puede entrar por su barrio sin ningún problema», manifiesta Jhonatá Taborda, Joven de Paz.
En total 1490 muchachos hacen parte del programa Jóvenes de Paz, una estrategia liderado por la alcaldía de Sincelejo, en cabeza del alcalde Yahir Acuña Cardales, donde reciben atención social y dejaron las acciones delictivas, así como también las pandillas, para transformar sus vidas.
“Un sector de jóvenes que ha dejado las drogas o que nunca las consumió, que ya no consumen marihuana, ya no consumen cocaína, que el dinero que se ganan no lo llevan para que la olla instrumentalice a otro joven para que mate a otro joven o que mate a un policía”, afirma Yahir Acuña Cardales, alcalde de Sincelejo.
La vida de Jhonatán Luis Taborda Paredes, cambió en un abrir y cerrar de ojos. De aquel joven de 23 años, quedaron atrás las acciones delictivas, las pandillas y las drogas, para ser útil a la sociedad desde su escenario. Gracias al programa Jóvenes de Paz, este joven adoptó otras maneras de ver y vivir la vida, al lado de sus seres queridos, amigos y vecinos.